Reseña Ana Isabel, una niña decente [Antonia Palacios]

Titulo: Ana Isabel, una niña decente
Autora: Antonia Palacios 
Género: Novela
Subgénero: Literatura Venezolana
Número de Páginas: 152
Fecha de Publicación: 1949
ISBN:  980-01-1254-5
Editorial: Monte Avila


Sinopsis

La novela relata en tono coloquial la pérdida de la infancia de una niña llamada Isabel desde los 8 años hasta la pubertad en la Caracas de comienzos del Siglo XX. Palacios narra esta pérdida como un viaje que culmina en el reconocimiento de la transformación que convierte a Isabel de una "niña decente" en una mujer adulta. A decir de Luz Marina Rivas en el libro Nación y literatura, la niña protagonista, de carácter soñador, se convierte en una testigo de su época, porque la observa desde afuera, desde el desconcierto infantil que no entiende porque hay niños que no son «decentes». La precariedad de su condición social, entre la pobreza y el abolengo familiar, heredado con los apellidos de viejos próceres del país, la convierten en un personaje sin un claro sentido de pertenencia, que oscila entre dos mundos: el de la plaza Candelaria, donde juega con los niños de los cerros, y el de la escuela, donde tiene compañeras de familias acomodadas.


Antonia Palacios (autora)


Opinión personal

Ana Isabel, una niña decente es la obra “emblemática” de Antonia Palacios, con una historia centrada en los problemas venezolanos a principios del siglo XX y convirtiéndose en uno de los libros más alegóricos de la literatura venezolana. Es una obra parcialmente autobiográfica, la autora misma lo confeso diciendo “Mi infancia fue terrible, porque mi padre era epiléptico y mi madre me crió en una atmósfera de ternura, pero muy miserable y la única evasión que yo tenía era montarme en el techo, soñar e imaginarme cosas. Y empecé a escribir esas cosas creadas en mi mente, así nació Ana Isabel.”
Los personajes son vistos desde la perspectiva de una niña pequeña quien describe situaciones que permitirán al lector analizar aspectos característicos e identificables de cada personaje, haciéndolos fácil de conocer, entre ellos tenemos al doctor Federico Alcántara padre de Ana Isabel, un hombre enfermo y sin trabajo que se expresa mal de los políticos o la mamá de Ana Isabel la cual hace "cajetillas de cigarro y cose ropas a los soldados" para poder  mantener a su familia. Ellos son personas de abolengo que terminaron en la pobreza; es decir, eran pobres pero "gente bien", según la sociedad por razones de parentesco.
El título de la obra se basa en el concepto de "decencia" que no está en diccionario de la Real Academia, sino en prejuicios sociales; si se tiene dinero o una familia influyente se es decente, sino serás marginado. Este concepto de discriminación no era todavía sembrado en esta inocente niña y por eso mantenía sincera amistad con los niños buenos que jugaban con ella. Pero esos compañeritos de juego en la plaza La Candelaria no entraban en la categoría social de decentes porque eran pobres o no sabían sobre sus padres o ancestros.
Es un libro muy corto, ideal para leer en uno o dos días. Sé que su prosa es muy rica en palabras cultas pero también llena de coloquiales de esa época, te dejaran un buen sabor de boca y ganas de seguir conociendo sobre otras obras de esta autora.



Opinión Personal con Spoilers

Esta novela clásica me ha gustado mucho, ya que podemos ver una Caracas semirural-prepetrolera en la que predominan casas de la famosa “Caracas de los techos rojos”, con la realidad de  pobreza extrema que había en aquél entonces y la ausencia de los gobernantes eficientes que necesitaba  el Estado. Es una Caracas en la que a pesar de todo, podemos encontrar  niños que jugaban en Plazas (algo en peligro de extinción en estos días), un juego de los que menciona que ha logrado emocionarme es “El Gato y El ratón” porque yo misma lo jugué docena de veces en mi primaria y en serio juro que no soy tan vieja.


Algo que me pareció psicópata para una niña de 8 años y asombroso de leer es cuando Ana se enoja con su padre y se quiere morir e imagina como seria su muerte y las reacciones de todos, especialmente la de su padre que sentiría culpa. Luego me di cuenta que esto era un preludio de la autora para que el lector haga un análisis social y político de dos velorios, narrados unas líneas después. El primero  era ruidoso, opulento y lleno de lujos con distinción tal cual merece  la hermana de un ministro y luego ve el de unos hombres muy flacos, mal vestidos y con una caja amarrada cuya decoración era con unas cayenas, flor conseguida en los patios de los pobres.

Por su parte reí mucho con los primos Izaguirre, como se nos describe que Josefina no juega por miedo a ensuciarse su ropa me parece aburridamente normal, pero cuando dice que Luis  le dice cosas al oído a Ana, cosas malas que Dios castigaría, pero a Ana igual le gusta escuchar no pude evitar soltar una carcajada, pero mi mayor sonrisa y asombro paso en el capítulo sobre la primera comunión en la que al escuchar que sería “Desposada con El Señor” supo que no quería casarse ahora, sino en un futuro y con un príncipe que hiciera que Luisa Figueroa y Esperanza Caldera sean sus súbditas (algo nacido de su malestar por el bullying que estas dos niñas le hacían en el colegio). Esto ha sido encantador e infantil pero realista sobre los verdaderos sentimientos de alguien.


Me sentí muy mal cuando en el almuerzo, todas las niñas tenían unas comidas muy variadas y Ana solo arroz con caraotas (frijoles), así que para evitar las burlas pensó en comer sola. Esto para mí ha sido algo con lo que me identifiqué y sin ánimos de victimizar me pego un poco en el corazón. Por el contrario me he emocionado y alegrado con las últimas páginas cuando Ana llora por el lagartijo que estaban quemando, demostrando que ya creció y es una señorita, describiendo posteriormente los cambios en sus amigas y que ella misma, ha vivido. La línea final ha sido un poema de melancolía y cambios con el que todos alguna vez nos sentiremos representados, especialmente en la pubertad.

Ana Isabel, una niña decente es un libro con una protesta hecha texto. Se puede concluir como una lectura muy bonita que refleja las costumbres venezolanas, como lo son el carnaval, la celebración de la Semana Santa y las misas de aguinaldos. Por eso diré que La plaza La Candelaria, donde ocurren la mayoría de estas celebraciones es el lugar que mas más importante que se menciona en la novela que muestra íntimamente, la imaginación,  deseos y pensamientos profundos dentro de la psique femenina desde edades tempranas hasta conseguir el camino para entender a la sociedad y alcanzar una identidad propia,



Top 3 de frases

1. Los pobres son pá aguantá. Sufrí y aguantá...

2. Esos ranchos, Estefanía, donde sólo se cogen enfermedades y malas mañas...

3. Cuando el cristofué canta, seguro que va a llover. Pero el cielo está azul. Ni una sola nube negra. Ana Isabel se ha quitado los zapatos para marchar sobre las tejas sin romperlas. Quiere ver qué dice el tiempo por Petare. Petare está clarito. El cielo es de un azul desvaído, porque ya se oculta el sol. Por encima de las tejas rojas pasa una brisa tibia, una brisa suave, que adormece los sueños Y Ana Isabel está soñando.



Puntuación




Recomiendo este libro al 1000%, las descripciones me han enganchado y la inocencia de la protagonista fue muy refrescante, por eso considero que fue un digno acierto haberlo  leído en bachillerato. ¿Qué leyeron ustedes en el colegio para literatura? Sin más que acotar, me despido con un abrazo literario.

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